Martes 29 de diciembre 2009
por: Rubrick Biegon |Foreign Policy in FocusLos tiempos están tratando de excepcionalismo estadounidense, que la noción peculiar de que los Estados Unidos es único en sus atributos y cualitativamente diferente del resto de la comunidad internacional. Para muchos estadounidenses, la Gran Recesión, sistema contra los atolladeros militares en Irak y Afganistán, ha nublado su visión de los Estados Unidos como un modelo de progreso y ancla de estabilidad en un mundo turbulento.
Históricamente, sin embargo, el mito del excepcionalismo estadounidense ha mostrado una resistencia increíble, en parte porque, como la mayoría de los mitos, que contiene algunos elementos de verdad. Para bien o para mal, se ha teñido las percepciones de la política exterior de EE.UU. todo el camino desde la fundación del país, y es poco probable que se marchiten por completo en un futuro próximo.
Suponiendo que el excepcionalismo estadounidense, una vez más se pone de moda, puede deber su eventual regreso a la fábula de "puedo hacerlo" la confianza del espíritu americano, la positividad implacable que parece impregnar nuestra identidad nacional. Bajo el estímulo constante a "mantener una actitud positiva", sin importar las circunstancias, los americanos poseen una capacidad extraordinaria para "ver el lado brillante." Este optimismo alegre a menudo se traduce en una ingenuidad cuando se trata de asuntos internacionales, produciendo una soleada, la actitud simplista de que ayuda a fomentar la los principales preceptos del credo exceptionalist.
Bright caras, el último libro de crítica social, Barbara Ehrenreich, la crónica del ascenso y el impacto del pensamiento positivo en los Estados Unidos. Fenómeno de la parte intelectual y la parte de movimientos culturales, el pensamiento positivo, por Ehrenreich, se ha convertido en la ideología por excelencia del capitalismo de consumo estadounidense. De seminarios de motivación y de las juntas directivas de mega-iglesias y universidades, se traza la omnipresencia del pensamiento positivo en la vida americana, descubriendo las muchas maneras en las que, respaldado por pseudo-ciencia, que ha eclipsado el sentido común y ha erosionado la discusión racional de los principales problemas sociales y económicos .
Aunque se centra principalmente en los asuntos internos, el análisis de Ehrenreich tiene importantes implicaciones para la política exterior de EE.UU.. Bajo animador en jefe George W. Bush fantasías, por ejemplo, los neoconservadores de Washington inventó que refleja la lógica de tortura de los gurús de positividad, como Pastor Joel Osteen y Tony Robbins. Ehrenreich recuerda que "el optimismo irresponsable impregnado de la invasión estadounidense de Irak", como "advertencias acerca de la resistencia iraquí es posible, han sido barridas por los líderes que prometió un" paseo "y previó animando locales saludo a nuestras tropas con flores".
Tal vez la más clara conexión entre la inclinación de los Estados Unidos para la positividad y el resto del mundo es la recesión mundial en curso, que comenzó en los Estados Unidos. Ehrenreich persuasiva ilustra cómo el pensamiento positivo ciegos en las elites y las elites no tanto a la reunión catástrofe económica, resultando en lo que es probable que sea la primera contracción de la producción económica mundial desde la Segunda Guerra Mundial. "El optimismo casi unánime de los expertos duda contribuyó a la acumulación imprudente de préstamos incobrables y dudosas", escribe, "pero también lo hizo la perspectiva tremendamente optimista de muchos estadounidenses comunes y corrientes." De la burbuja de la vivienda a las agencias de calificación "que se en el bolsillo de las mismas empresas que se supone que se juzga, "el optimismo irracional alimentado credulidad y la mala gestión. "¿Y cuál fue el fundamentalismo de mercado que no sea el pensamiento positivo fugitivo?" Ehrenreich pregunta. "¿Por qué preocuparse, cuando la mano invisible de Adam Smith" sería resolverlo todo? "
En última instancia, Bright caras es un llamado de atención muy necesario para el pensamiento crítico. Ehrenreich, cuyos libros anteriores incluyen Dancing in the Streets: A History of Collective Joy, no está abogando por la negatividad o la desesperación, sino un retorno al realismo. Su evaluación serena pero humorística nos ayuda a empujar en esa dirección, a suavizar la "exuberancia irracional" que, entre otras cosas, alentar a los estadounidenses a tomar consuelo en una visión fácil, exceptionalist de su país, uno en contradicción con el realismo que tiene por objeto promover.
Rubrick Biegon, un colaborador de Foreign Policy In Focus, trabaja como consultor y periodista independiente en Washington, DC.Editado por John Feffer. http://www.truthout.org/topstories/122909sg05
Miér Dic 30, 2009 3:31 pm